Centro Ruso en Nicaragua refuerza represión y vigilancia regional
La cooperación entre el régimen de Daniel Ortega y el gobierno de Rusia ha consolidado una infraestructura operativa en Nicaragua que incluye un centro de entrenamiento policial y una estación satelital, ambos señalados por expertos como instrumentos de represión interna y espionaje regional.
El Centro de Capacitación del Ministerio del Interior de Rusia, inaugurado en 2017 en Managua, fue presentado como una herramienta para combatir el crimen organizado.
Sin embargo, recientes declaraciones de Laureano Ortega Murillo, hijo de la pareja presidencial, revelan que el centro ha sido utilizado para neutralizar y eliminar a opositores, en referencia a los manifestantes de 2018, a quienes el régimen califica como "golpistas".
Estas confesiones, realizadas en Moscú durante una cumbre de seguridad, podrían constituir pruebas de crímenes de lesa humanidad, según el jurista nicaragüense Juan Diego Barberena.
En mayo de 2024, el Departamento del Tesoro de EE.UU. sancionó este centro junto a empresas mineras, al considerarlo una extensión del aparato represivo del régimen. Expertos como Evan Ellis aseguran que las técnicas impartidas en el centro no corresponden a estándares democráticos y responden a una estrategia de adoctrinamiento regional.
Además del centro de entrenamiento, la estación satelital Glonass, operativa desde 2017 en las afueras de Managua, ha sido señalada por analistas de seguridad como parte de un sistema ruso de vigilancia electrónica. Según informes, la instalación tiene capacidad para interceptar comunicaciones y observar movimientos en Centroamérica, lo que genera preocupación entre gobiernos vecinos.
El acuerdo de cooperación entre Nicaragua y Rusia, ratificado en abril, permite la construcción de más instalaciones bajo administración rusa, con personal con inmunidad diplomática. Este convenio tiene una vigencia de diez años y establece que la formación policial incluirá capacitaciones para fuerzas de otros países.
Para analistas como Barberena, Nicaragua se ha convertido en una plataforma geopolítica para los intereses rusos en América Latina. A esto se suma la reciente demanda presentada por Nicaragua contra Alemania ante la Corte Internacional de Justicia, interpretada por algunos como parte de una estrategia rusa para deslegitimar a democracias occidentales.
Las declaraciones de Laureano Ortega, en calidad de asesor presidencial, podrían derivar en responsabilidades penales individuales a nivel internacional. Según expertos, las nuevas generaciones del régimen podrían no contar con el blindaje que protege actualmente a sus progenitores, y podrían enfrentar procesos judiciales por la colaboración directa con un aparato represivo extranjero.
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