La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó un informe mundial sobre tabaquismo que revela que Argentina es uno de los países sudamericanos con mayor porcentaje de fumadores adultos, con un 17%, cifra superior a Brasil (9%) y México (8%).

El informe también advierte que Argentina no ha ratificado el Convenio Marco para el Control de Tabaco y carece de campañas públicas efectivas para enfrentar esta problemática.

La OMS destacó que la epidemia de tabaquismo continúa siendo una grave amenaza para la salud pública mundial, causando más de 8 millones de muertes anuales, la mayoría atribuibles al consumo directo de tabaco.

Para combatir este flagelo, la OMS promueve el plan MPOWER, que incluye seis acciones clave: monitoreo del uso de tabaco; protección contra el humo de tabaco en lugares públicos; oferta de ayuda para dejar de fumar; advertencias sobre los peligros del tabaco; prohibición de publicidad y promoción; y aumento de impuestos sobre productos de tabaco.

En Argentina, sin embargo, estas medidas no están plenamente implementadas. Según especialistas consultados, no existe una ley nacional que garantice ambientes libres de humo en todas las provincias, y la prohibición de publicidad es parcial, permitiendo aún anuncios en puntos de venta como kioscos y en redes sociales.

Además, aunque los impuestos representan un 78,5% del precio de los cigarrillos, estos siguen siendo relativamente baratos en comparación con países vecinos como Uruguay.

La falta de ratificación del Convenio Marco, cuyo proyecto está detenido en el Congreso, también limita el avance en políticas antitabaco. Los medicamentos para cesar el consumo no están incluidos en el Programa Médico Obligatorio (PMO), dificultando el acceso para quienes buscan dejar de fumar.

Expertos señalan además que la ausencia de campañas masivas y la falta de regulación efectiva sobre cigarrillos electrónicos han provocado un aumento en el vapeo, especialmente entre jóvenes, lo que genera preocupación por la nueva generación de consumidores de nicotina.

En contraste, Brasil y México lideran en la región la implementación de políticas de control al tabaco, con legislaciones estrictas y campañas exitosas que han reducido el porcentaje de fumadores adultos a niveles menores. Ambos países aplican altos impuestos y prohíben la publicidad en casi todos los ámbitos.

El informe de la OMS resalta también el impacto económico negativo del tabaquismo, señalando que, por ejemplo, México destina miles de millones al tratamiento de enfermedades relacionadas con el tabaco. La OMS insiste en que aumentar impuestos y aplicar medidas integrales puede reducir el consumo, además de generar ingresos para la salud pública.

La organización concluye que, aunque se han logrado avances, la industria tabacalera continúa siendo un obstáculo significativo, adaptando sus estrategias para mantener el consumo. Por ello, llama a los gobiernos a reforzar las políticas, proteger a la población y cumplir con el Convenio Marco para controlar esta epidemia global.